El Marketing y sus estrategias han sido los aliados perfectos para muchas empresas desde tiempos remotos, pero las reglas tradicionales de estas herramientas de persuasión y de impresión de valor a artículos y servicios, evolucionaron hasta dar paso al Marketing Digital.
Con la llegada del internet en la época de los 90 se incorporaron nuevas formas de comunicación y de interacción como las redes sociales y los sitios web, esta revolución generó un gran cambio en la forma en que vendían las empresas.
Los medios de comunicación tradicionales como la radio, la televisión y el periódico dejaron de tener el monopolio de la publicidad, las empresas más disruptivas comenzaron a explorar el nuevo universo del internet y sus formas de comunicar a las audiencias.
Estos cambios no significaron dejar en desuso al Marketing tradicional, al contrario significaron una forma más integral para impactar en los públicos metas. La competencia en los medios digitales hizo obligatorio para las empresas una especialización en sus procesos de venta y socialización de los productos para que de manera efectiva se cumplieran los objetivos de comunicación sin perder la esencia de marca.
Pareciera obvia la lucha de los ecosistemas empresariales para evitar quedar rezagados ante las nuevas tecnologías, no obstante muchas empresas decidieron no incluir en sus estrategias a las herramientas del Marketing Digital, lo cual representó un grave error, ya que provocó declives, bancarrotas y la extinción de diversos negocios que no tomaron la oportunidad de hacer frente a la brecha digital pese al gran impacto y furor que causaron las tendencias en internet.
Un claro ejemplo de una franquicia que tomó malas decisiones en su marketing y no quiso ser parte de las estrategias digitales fue Blockbuster.
Esta cadena estadounidense se dedicaba a la renta y venta de películas en los formatos de VHS y posteriormente DVD, la cual encontró una gran oportunidad en los años 80 al convertirse en una tienda de alquiler de videos, un proyecto que fue todo un éxito.
Sin embargo, con el paso del tiempo olvidó innovar en el uso los medios y estrategias digitales para ofrecer un buen servicio a los clientes que respondiera a sus solicitudes de consumo, lo cual ocasionó gran descontento con la marca, incluso su falta de visión le hizo rechazar la oferta de Netflix en su incursión como video club online, evidentemente una pésima decisión pues se convirtió, junto con otras marcas en su principal competidor.
En los últimos años Blockbuster cayó paulatinamente de la punta del éxito, hasta tocar fondo y ocasionar la desaparición de la marca. Por eso siempre es importante avanzar, nunca parar, siempre crecer y estar actualizados.
En el 2020 el boom del internet y sus formas de comunicación volvió a mostrar su poder, ante la pandemia casi todas las actividades migraron a formatos digitales y en línea, desde reuniones de trabajo, sociales, venta de artículos y servicios e incluso consultas médicas, en tres años el uso de las redes sociales y las plataformas en línea crecieron de manera acelerada, pero eso será tema para otra ocasión, no estamos leyendo.